El sábado 6 llegó Popea a casa. Tomamos algunos recaudos para que la inserción fuera exitosa: presentación en lugar neutral, cuevita para cada uno, intercambio de hamacas, juegos y mimos individuales, rutina similar, etc. A pesar de todo, el martes siguiente, Nerón se descompuso y dejó de comer y tomar agua. Seguía animado, pero había dejado de comer. Veterinario y tía Lena mediante, empezamos su tratamiento y su alimentación de prepo. Se puso hiper mimoso. Notamos que cuando jugábamos con él y aparecía su hermana, Nerón se apartaba. Tratamiento de urgencia: mucha papilla (que sólo comía cuando le dábamos sobre nuestras manos, sin cucharas ni platitos), mucho líquido en jeringa, y triple ración de mimos y cosquillas…
Son muchos los huroneros que nos brindaron consejos y nos comentaron cambios provocados por el estrés, al incluirle a nuestra hasta ahora “mascota única”, otro huroncito en casa. A algunos huris se les dio por comer y comer y comer (y engordar), a otros por destrozar cosas… Nerón, estrenó ambas manías en una acción que saciara sus celos: él le había "mandado muelita" (y tragado) a varios pedazos de telas, todas las que tenían el olor de Popea (peluche, hamaca y bolsa de dormir de la intrusa).
El viernes, mucha paciencia, mimos y atención mediante, el emperador comenzó a alimentarse y tomar agua por su cuenta, y a saltar y curosear por todos lados con renovada energía (obviamente, luego de hacer kks de todos colores, je).
Ahora busca a Popea cuando salen a jugar en distintos espacios, pero cuando está con ella, por momentos también busca apartarse. Si bien la deja “subir” a su madriguera, bufa y bufa cuando ella quiere meterse con él en la hamaca… (¡es que la niña resultó ser una atrevida!).
Creemos que aún se pregunta cuando se irá la “visita”…
Mientras tanto, le aseguramos que no tendrá problemas de cartel con respecto al blog, a pesar de comentarios que nos tacharon de "sexistas" porque Nerón sigue encabezando la página... (sí, sí, esto va para vos, Sopita!).
Sabemos que llegará el día en que sean "inseparables", pero mientras tanto, el pequeño déspota se toma su tiempo...
¿Los habremos condicionado mucho con los nombres?
Son muchos los huroneros que nos brindaron consejos y nos comentaron cambios provocados por el estrés, al incluirle a nuestra hasta ahora “mascota única”, otro huroncito en casa. A algunos huris se les dio por comer y comer y comer (y engordar), a otros por destrozar cosas… Nerón, estrenó ambas manías en una acción que saciara sus celos: él le había "mandado muelita" (y tragado) a varios pedazos de telas, todas las que tenían el olor de Popea (peluche, hamaca y bolsa de dormir de la intrusa).
El viernes, mucha paciencia, mimos y atención mediante, el emperador comenzó a alimentarse y tomar agua por su cuenta, y a saltar y curosear por todos lados con renovada energía (obviamente, luego de hacer kks de todos colores, je).
Ahora busca a Popea cuando salen a jugar en distintos espacios, pero cuando está con ella, por momentos también busca apartarse. Si bien la deja “subir” a su madriguera, bufa y bufa cuando ella quiere meterse con él en la hamaca… (¡es que la niña resultó ser una atrevida!).
Creemos que aún se pregunta cuando se irá la “visita”…
Mientras tanto, le aseguramos que no tendrá problemas de cartel con respecto al blog, a pesar de comentarios que nos tacharon de "sexistas" porque Nerón sigue encabezando la página... (sí, sí, esto va para vos, Sopita!).
Sabemos que llegará el día en que sean "inseparables", pero mientras tanto, el pequeño déspota se toma su tiempo...
¿Los habremos condicionado mucho con los nombres?
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